Origen de la realidad. Capítulo 3.3 Encontrar

-Yo… yo… -Erika suspiro- está bien… pero después, quiero recibir más explicaciones.

Los zombies se acercaron más a ella, cerrando más el círculo, y Erika comenzó a hacer lo que más miedo le daba en el mundo, recordar el pasado.

Todo este tiempo había servido para olvidar, para mitigar el dolor que le provocaba recordar lo que había perdido, lo que había dejado atrás, cada paso tenía el propósito de olvidar, hacer que los recuerdos volaran lejos y no volvieran, pero ahora se veía necesitada de sacarlos del baúl donde los había encadenado y atrapado… y eso le aterraba, le aterraba el dolor que le podía generar abrir la caja de pandora de sus recuerdos y que las caras de las personas a las que amaba volvieran nítidamente a su mente, era más fácil no pensar, no recordar.

Se produjo un largo silencio mientras Erika se movía incomoda y debatía en su interior como empezar, mientras, Mini-Johnny se mostraba incomodo, con prisas, Johnny estaba sentado, mirándola totalmente atento, Dorian-Sensei la atravesaba con sus ojos, Xardina jugaba con las lentejuelas del vestido y Yuri se había ido del círculo y apoyando la espalda en uno árboles, mientras toda la melena le tapaba la cara y solo permitía ver un ojo que estaba totalmente atento en Erika.

-Yo nací en…

-¡¡¡Basta!!! Da solo detalles importantes, no nos cuentes toda tu vida –estallo Mini-Johnny cansado de esperar una respuesta y un relato breve.

-Bueno… pues me llamó Erika, tengo… –Erika se mordió el labio- tenía 22 años, de eso ya hace bastante así que no se qué edad tendré ahora –Mini-Johnny puso los ojos en blanco y se tumbó en el césped y Johnny le hizo un gesto para que continuara– y bueno mis padres murieron cuando tenía 18 años, y pase a cuidar a mis hermanos pequeños que en ese momento tendrían entre 4 y 3 años…

Su voz empezó a romperse, sabía que recordar a sus niños la destrozaría por dentro.

-Erika, si quieres descansar… y ni siquiera hace falta que sigas.

En los ojos de Johnny se podía ver una auténtica preocupación, pero Erika estaba decidida a seguir.

-Bueno, pues no hay mucho que contar, me convertí en la responsable de mis hermanos a pesar de que el estado me puso muchas trabas… y… estuve intentando darles una buena vida… no siempre fue fácil, pero creo… creo… creo que eran felices… y…y…

Yuri la interrumpió mientras parecía que se iba a derrumbar, y lo hizo con una voz temblorosa:

-¿Puedes…? ¿Puedes contarnos cómo?… en fin… ya sabes… ¿cómo llegaste a esto…?

Erika, se sintió rara, estaba mostrando un tono más amble y cordial. ¿Podrías ser que sintiera pena por ella? O simplemente era compasión, por una chica huérfana que perdió su juventud cuidando de sus hermanos. Erika nunca ha querido la compasión de nadie, así que decidió mostrar un aspecto más fuerte y desafiante.

-¡¡¡Claro que puedo!!! –Su reacción sorprendió al grupo- Creo recordar, que fue en el trabajo… sí, en el trabajo… era mi primer día en esa empresa, y aparecieron dos asaltantes… y…

En ese momento llegaron a su mente la imagen de los dos atacantes, claramente podía ver a esos monstruos, y como acababan con su vida.

-¿Erika…? –preguntaba Johnny preocupado- ¿Estás bien…?

-Dos asesinos entraron en la oficina… mataron al jefe… luego a mi… creo que mataron a todo el mundo.

Fue demasiado para Erika y se echo a llorar, dándole unos fuertes espasmos, que fueron frenados por un reconfortante abrazo de Xardina, mientras le levantaba el pelo de la cara, la miraba fijamente a los ojos y con voz calmada la hablaba en un tono pausado y suave.

-Mira nena, no merece la pena que llores y te lamentes, es una injusticia… como tantas que hay en este mundo, pero ahora debes de tirar para adelante, ¿Quieres un caramelo? Por ser un mal día, será gratis para ti… y que sepas que eso en mi es muy raro, así que aprovéchate.

Y sonrió y toda su piel empezó a emitir un brillo cálido, reconfortante que consiguió calmar a Erika

-Erika, los vamos a encontrar y recibirán su merecido… te lo prometo –dijo totalmente seria y firme Yuri, desde su posición, agarrando con fuerza sus katanas.

-Bueno, al menos no parece tener relación con que estés en nuestro plano, por lo que tu muerte no es el causante de que te veamos, –dijo Mini-Johnny mientras cavilaba para sí mismo- simples asesinos.

La verdad es que eran más parecidos a monstruos que a humanos… -dijo Erika, atrayendo de golpe todas las miradas- aunque puede que fuera cosa de mi imaginación.

-Descríbelos Erika –dijo Johnny con un gesto muy serio y apremiante en la cara.

-El que parecía el jefe parecía un maestro de ceremonias, llevaba un gran abrigo rojo, un bastón y una chistera… Ah y unas gafas con forma de estrella de cinco puntas. Aun así daba muchísimo miedo, su presencia era aterradora, como estar delante de un loco peligroso y sádico. –Johnny se revolvió violento, incomodo, pero no dijo nada así que Erika siguió- El otro tenía pinta de bestia, era de un color grisáceo, tenía cuernos, unas alas rojas y creo… que fue él que me mato…

Johnny estaba sudando y tenía la mandíbula desencajada, parecía realmente alterado. Dorian-Sensei se adelanto a todos y realizo la pregunta que todos tenían en mente.

-Les conoces, ¿verdad?

-Demonios, son demonios… no es posible que estén sueltos… Malefor y Pesadilla… es ¡¡¡IMPOSIBLE!!!