Origen de la realidad. Capítulo 3.2 Encontrar

¡¡¡RIIIIIIIIIING!!!. El sonido que anunciaba el final del recreo sonaba e inundaba todo el patio.

-Salvados por la campana –dijo Johnny con una sonrisa- terminaremos las explicaciones más tarde, ahora tenemos que ir a clase.

-¿Ir a clase? –preguntó Erika totalmente confundida- pero si sois fantasmas…

-ZOMBIES –se adelantó rápidamente el joven de apariencia similar a Johnny.

-Lo que sea, ¿por qué tenéis que ir a clase?

-No tenemos que ir, vamos porque deseamos aumentar nuestros conocimientos sobre este mundo y además no dejamos solos a nuestros compañeros. –dijo Johnny, orgulloso de su deseo de conocimiento.

-Pues nuestros compañeros tienen física, sabio Johnny. –pronunció la mujer del vestido de lentejuelas, cargando de sarcasmo el término sabio.

A Johnny le atravesó un escalofrío, miró a sus compañeros y les preguntó a forma de súplica:

-Tal vez, sea más inmediato explicarle la situación a Erika, ¿no os parece?

-Con tal de no ir a física, ¿verdad?… todos nos dormimos en esa clase–dijo la mujer del traje de lentejuelas explicándoselo a Erika, mientras sonreía, contenta de haberse salido con la suya- Vamos a la zona trasera, estaremos más tranquilos.

Johnny cogió a Erika de la mano y la fue guiando siguiendo al resto del grupo. Se dirigían a la zona posterior del edificio, la cual era bastante inaccesible para los estudiantes, pero cuando puedes atravesar rejas y muros, no supone una gran dificultad llegar allí. La parte de atrás eran unos terrenos prácticamente olvidados en los que se encontraba una estación meteorológica para que los alumnos pudieran coger datos relacionados con la humedad, la temperatura, etc. y justo al lado estaba la pista de atletismo separada por una valla. La zona era tranquila alejada de todo, los árboles del lugar daban abundantes zonas de sombra y todo el sitio estaba cubierto por césped natural que invitaba a tumbarse a contemplar el cielo. Los zombies volvieron a sentarse formando un círculo y dejando a Erika de nuevo en el centro y ella siguió a sus anfitriones y se sentó, justo cuando Johnny volvió a tomar la palabra.

-A ver si esta vez puedo terminar las presentaciones…

-Lo que pasa es que eres muy lento. –dijo el chico que se parecía a Johnny- Somos zombies, pues vale, y nuestros nombres no se pueden decir en lenguaje humano pero según nos llaman nuestros compañeros humanos yo soy Mini-Johnny, la bocazas del vestido de noche es Xardina, el del traje de época, bufanda mal colocada y aspecto melancólico es Dorian-Sensei, la de las katanas y la mala leche es Yuri y el que te ha traído y que por lo que parece pretende matarnos de aburrimiento, de no ser porque estamos muertos y que no sabe resumir es Johnny.

Prácticamente, todo lo había dicho en un golpe de aire con intención de acabar lo antes posible, aun así Erika pudo quedarse con el nombre de todos ellos, ya que al fin y al cabo, no son nombres muy normales.

-Sigo sin entender muchas cosas, eso que habéis mencionado antes de parásitos, o lo del portal de babi… no sé qué y ¡¡¡¿Por qué narices vosotros no parecéis fantasmas y yo sí?!!!

Erika estaba nerviosa, eran demasiadas cosas al mismo tiempo, demasiadas cosas por asimilar y que sabía que no estaba captando realmente, como cuando ves un problema de matemáticas sin tener ni idea del asunto y te lo explican como si fueras una persona entendida del tema, acabas sin tener ni idea del problema y con dolor de cabeza, Pero antes de que siguiera haciendo preguntas el joven de la bufanda enrollada al que habían llamado Dorian-Sensei, se adelantó.

-Señorita, ya nos hemos presentado, bueno… más o menos, es el momento de que hagáis lo mismo, nosotros también tenemos dudas que solo puede aclararnos vuestra persona.