Bienvenidos rondadores de las sombras de nuestros sueños.

Seguro que en este momento os estáis preguntando la finalidad de esta página.

Es sencillo, somos un grupo de soñadores que desean entretener al lector con sus historias y compartir sus mundos imaginarios con aquellos que deseen pasar un rato disfrutando de aventuras escritas por nosotros mismos.

Con la finalidad de pasarlo bien, os invitamos a que os adentréis a "Origen de la Realidad" y espero que nuestras historias te enganchen y nos veamos a menudo. Se bienvenido.

lunes, 30 de enero de 2012

Asesinos: Prólogo.

Nota al posible lector: Esta historia que procederé a narrar será una historia basada en la época de las guerras civiles de Japón, es decir, los últimos años del shogunato Tokugawa en el poder. La evasión en este caso, nos llevará a la realidad del Japón de entonces pero en un espacio ficticio de dos personajes que tratarán de vivir acordes a sus ideales, ¿pero será más importante el ideal que la amistad? ¿Un país entero puede cambiarse por una sola persona?
Espero que lo disfrutéis.
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“A la luz del día fúndete con la multitud.

A la par de la oscuridad fúndete con la noche.

Honestidad, coraje, compasión, cortesía, sinceridad, deber, honor

¿Acaso el código del honor puede valer para un asesino? Creo que lo único que ha de recordar son las dos primeras reglas: fúndete con la multitud, fúndete con la noche. La honestidad y la sinceridad solo son un obstáculos a no ser que quieras morir; el coraje, absurdo cuando matar se convierte en rutina; la compasión y la cortesía, un lujo que no puedo permitirme; el deber, algo que ya he olvidado y el honor… ¿hay algo honorable en quitar la vida a otro hombre?”

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“¿Sentimiento nacional?

Creo que nunca he sentido algo así y dudo sentirlo algún día. Para mí no existen banderas, colores o razas. Los países no se hacen con banderas, se hacen con personas.

Lo único que hace que me sienta orgulloso de vivir aquí son las personas que he conocido a lo largo de los años, pero no siento orgullo por ser japonés, ni siquiera he pensado nunca en mí mismo como perteneciente a una nación.

Simplemente he nacido aquí, es lo que me ha tocado. Por supuesto, estos son pensamientos que no puedo exteriorizar o me tildarían de traidor.

domingo, 29 de enero de 2012

Anima: Magnum 2

Dentro del edificio principal, en una cúpula excavada en las profundidades del terreno. El consejo discute los temas principales del día. Decenas de voces, las consideradas las más sabias, discuten sobre las decisiones que tomar para asegurar un futuro prospero y la supervivencia de su especie. El consejo se encuentra en este momento formado por 42 miembros. La palabra de cada uno tiene la misma importancia que la de sus hermanos, o al menos debería ser así, ya que incluso los ebudan se corrompen con el poder y existen ciertos grupos que comparten una opinión y que se agrupan para ganar fuerza, mientras, las voces de los individuales se diluye en un griterío de posiciones marcadas por grupos numerosos.

martes, 10 de enero de 2012

Black Death. Capítulo 3. Cacería en los conductos.

Clink, clink… las gotas de aceite se iban derramando por la cañería hasta alcanzar el suelo. La luz era tenue, el olor era penetrante, metálico y apestoso, las corrientes de aire ensordecían la angosta tubería, mientras, circulaba por en medio un pequeño cauce de líquido putrefacto y viscoso. Unos ojos muy quietos estaban en la oscuridad, expectantes, buscando una presa. Un “IKK”, delato a una rata a unos pocos metros. Lo siguiente que se oye es al animal retorciéndose de dolor y a la cazadora que recupera su cuchillo del moribundo animal, mientras se guarda su alimento. Se ha movido tan rápido como un relámpago, sin ni siquiera tocar la base de las tuberías, se encontraba abierta de piernas solo apoyándose a los lados y continuaba manteniendo esa posición, más propia de un artista circense que de una muchacha adolescente, todo su cuerpo estaba totalmente rígido, notando cada uno de sus movimientos y viendo como sus pies cedían ante la deslizante superficie metálica y su cuerpo sufría convulsiones por las horas sometidas a esa innatural postura, sin haberle proporcionado nada de sustento. Todo ese esfuerzo era necesario, el mínimo chapoteo alejaría a potenciales presas y atraería a peligrosos depredadores. Aunque ya no podía más.