Bienvenidos rondadores de las sombras de nuestros sueños.

Seguro que en este momento os estáis preguntando la finalidad de esta página.

Es sencillo, somos un grupo de soñadores que desean entretener al lector con sus historias y compartir sus mundos imaginarios con aquellos que deseen pasar un rato disfrutando de aventuras escritas por nosotros mismos.

Con la finalidad de pasarlo bien, os invitamos a que os adentréis a "Origen de la Realidad" y espero que nuestras historias te enganchen y nos veamos a menudo. Se bienvenido.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Black Death. Capítulo 1. El castigo definitivo.

Cuando la vida te da la espalda, ¿quedan motivos para vivir? En la prisión de Black Death, era imposible responder a esa pregunta. El problema residía en saber si estabas o no vivo, ya que, nada te diferenciaba de un cadáver. Tu existencia era insignificante, como un grano de arena en medio de una playa, una lágrima en medio de la lluvia o como uno de los millones de tornillos que componían esta gigantesca fortaleza, única entre las prisiones, una fortaleza voladora.

Siempre en movimiento, nunca quieta, jamás se posaba en el suelo, recogía suministros desde las alturas y se abastecía de ellos y nunca ningún preso era indultado. La única liberación era la MUERTE, y esto ya había sucedido demasiadas veces… tantas, que ya no quedaba ningún superviviente de los presos originales, solo sus descendientes seguían vagando solos, abandonados y olvidados en una fortaleza tan grande como una ciudad. Gloria de tiempos pasados y que en la actualidad se caía a pedazos.

Durante la guerra del caos se decidió dar un castigo ejemplar a los del bando contrario y se encerró a toda la ciudad que había sido la sede del bando perdedor. No se perdonaría a nadie, todo el mundo sería castigado… TODOS. Los ganadores usaron toda la tecnología creada para la guerra, junto con todo el poder conseguido, para formar un símbolo que representara su inmensa victoria y que disuadiera a sus enemigos de revelarse, un símbolo para aplastar las ilusiones de la gente y acabar con su espíritu. Una cárcel, cuyo objetivo era castigar a toda una población, y que no solo ellos cargaran con la culpa, sino que sus hijos tendrían que nacer en la prisión, y desde ese momento pasar a formar parte del grupo de condenados que no tenía otro futuro que morir y hacer cargar con su maldición a sus descendientes. Esa es Black Death.

La prisión se dividía en dos sectores, el sector de guardias, un lugar “algo” agradable (si es que algo aquí lo es), donde pudieran vivir los guardias, pasando el cargo de padres a hijos, como los presos se pasaban el aciago destino a sus descendientes. Los guardias mantenían un nivel de vida elevado y una seguridad constante gracias a los más potentes sistemas de seguridad de la época. Y luego el sector de los presos, un lugar decadente, podrido, demacrado, oscuro, lúgubre y sin esperanza.

Los guardias estaban divididos en una verdadera sociedad, con varios individuos ejerciendo varias profesiones. Sin duda la más importante era la de ser un guardián, todos eran guardias de la fortaleza, pero solo los guardianes recibían adiestramiento militar y eran los encargados de mantener la seguridad y resolver los conflictos que se pudieran dar en Black Death. La ciudad de los guardias, llamada “paraíso” se encontraba en la superficie, en contacto con la cúpula que rodeaba el exterior de Black Death, mientras que los prisioneros ocupaban las entrañas de la fortaleza, en un piso intermedio entre la ciudad y la zona de los motores, que mantenía en movimiento a la ciudad.

Estaba recluidos en lo que los guardianes llamaban “territorios de caza”, donde existían comunidades de presos que tenían una libertad relativa, ya que en sus dominios hacían lo que les daba la gana y se comportaban como verdaderos animales, teniendo comportamientos propios de jaurías de perros, que de sociedades civilizadas. En ocasiones se abrían las celdas, para que hubiera reparto de presos en los territorios de caza, y que la población de descendientes no se volviera totalmente endogámica. Tenían estos sectores totalmente controlados, y jamás los guardianes debían estar en ellos, ya que para eso el sistema estaba totalmente preparado para no necesitar presencia humana para controlarlos. Pero la idea no era tener un zoo, se buscaba castigar, esta zona era previa a los castigos, por eso se la llamaba “El Limbo”.

Más abajo de ella se encontraba el sistema de almacenamiento y suministro de energía de Black Death, una enorme planta nuclear, capaz de funcionar siempre, preparada para proporcionar energía en todo momento y que jamás se parara. Los presos más terribles acababan aquí, era conocido como “El infierno”. Les obligaban a trabajar en minas artificiales de plutonio y a manipular todo tipo de materiales radiactivos, que terminaba llevando a que sus cuerpos mutaran y muriesen. Si eso no te mataba, las salas de tortura y eliminación se encargaban de terminar el trabajo. En esta zona había un laboratorio donde se experimentaba con los efectos de las mutaciones, cometiendo verdaderas monstruosidades, los guardianes eran los encargados de esta zona, y llegaban a ella por un ascensor, ya que aquí si se podía necesitar de una acción directa, además que los laboratorios se llevaban personalmente. Pero las radiaciones no les hacían ningún mal, protegidos bajo exoesqueletos mecánicos, veían como los presos iban cayendo uno a uno por la radiación, pero jamás expresaban ningún tipo de compasión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sé respetuoso con tus comentarios y, si realizas alguna crítica, que ésta sea constructiva.