Bienvenidos rondadores de las sombras de nuestros sueños.

Seguro que en este momento os estáis preguntando la finalidad de esta página.

Es sencillo, somos un grupo de soñadores que desean entretener al lector con sus historias y compartir sus mundos imaginarios con aquellos que deseen pasar un rato disfrutando de aventuras escritas por nosotros mismos.

Con la finalidad de pasarlo bien, os invitamos a que os adentréis a "Origen de la Realidad" y espero que nuestras historias te enganchen y nos veamos a menudo. Se bienvenido.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Black Death. Capítulo 2. El día en que todo cambió.

Esa organización debería haberse mantenido durante el paso de los siglos, siendo la eternidad el punto en donde acabara su misión Black Death… pero al ser humano le cuesta entender que las cosas no son eternas y que tienden siempre hacia al caos, no es distinto en es este caso en el que se subestimo el poder del olvido y la desidia. Lo que era un honor paso a ser una obligación. Los guardias sentían que ellos también eran presos de esta enorme fortaleza y el verse en la imposibilidad de macharse de allí, manteniendo siempre la promesa de sus antepasados de cuidar de la fortaleza Black Death, hizo que naciera en ellos un sentimiento de claustrofobia y asfixia que desencadeno en un rechazo hacia la propia cárcel, el que era su hogar, y una empatía con aquellos que estaban presos.

 Los guardianes no se tomaban en serio su trabajo, se volvían descuidados, vagos y temerarios, bajaban hasta el limbo a violar a presas hermosas, aprovechándose del poder de las exoesqueletos, que les daban fuerza y resistencia como para acabar con un ejército, imponían su voluntad, provocando batallas con los presos para derrotarlos y sentirse más realizados, no daban explicaciones a nadie, y aplicaban castigos peores y más crueles.

La situación se desencadenaba como pólvora a punto de explotar y la sucesión de acontecimientos no se podía detener. Mientras los ánimos se caldeaban, muchos guardias formaron grupos que pedían libertar a los presos y aterrizar Black Death, para así liberar de sus obligaciones tanto a guardias como a presos, y que cada uno pudiera empezar una nueva vida en tierra. Algunos empezaron a volverse armados y peligrosos, atacaban a guardianes y cometían actos de terrorismo para llamar la atención de la gente. Los guardines abandonados por su propia gente se empezaron a considerar dioses y decidieron enseñar a aquellos que protegían, cuál era el peligro de no mantener su sumisión.

Dijeron que fue un fallo mecánico, una avería en masa, esa fue la causante que permitió que, esa noche, todas las celdas quedaran abiertas y los accesos al cielo quedaran totalmente disponibles para que cualquier preso pudiera ir y arreglar cuentas si así lo deseaba. Fueron unos minutos de confusión seguidos de una vorágine de destrucción. Quien pensaría que unas personas apresadas durante tanto tiempo, que ni siquiera conocen el motivo de su encarcelamiento allí, atacarían con tanta furia y rabia la ciudad de los guardias, arrasando y asesinando aquello que se les pusiera a mano. No parecía existir un mañana, y sin embargo ningún guardia fue a detener la rebelión. Se quedaron en el centro de control con sus familias, protegidos de cualquier iluso que pensara que podría asaltar el edificio con mayor protección de Black Death, todo ello mientras se deleitaban de la masacre que habían generado… perdón… que el fallo eléctrico había generado… o era mecánico… da igual porque no fue ningún fallo.

Aunque sí que hubo un error, nadie pensaría que si dejas una puerta abierta con un queso al otro lado, la rata ira en dirección contraria, por lo que, ¿por qué iba ningún preso a bajar al infierno pudiendo ascender y torturar a todos aquellos que eran la causa de sus desgracias? Y sin embargo ocurrió.

Un grupo numeroso de presos bajaron en busca de una venganza muy distinta. Los encabezaba un preso muy especial, el único preso que había sido capaz de soportar todas las dosis de radiación y tortura, hasta el punto que los guardianes decidieron que era mejor que muriera de viejo, ahora conducía a sus compañeros a las entrañas de la prisión, que en este momento se encontraban totalmente vulnerables, hasta llegar al centro nuclear de energía. No era suficiente vengarse de la gente, había que acabar con la propia fortaleza y para ello la volarían desde dentro hasta que fuera un montón de escombros suspendidos en el aire, que importa si morían todos, pequeño precio con tal de llevarse a Black Death con ellos. Eran muchas las horas que se había pasado con materiales radiactivos y había aprendido ciertos truquitos, los suficientes como para saber cómo tenía que generar una fusión del núcleo y así desencadenar el apocalipsis por el que todos los presos de esta fortaleza estaban rezando, y entonces podrían al fin descansar y no pasarle la maldición a sus hijos. Era el final. 

Cuando los guardianes quisieron darse cuenta, era demasiado tarde. La temperatura crítica se alcanzo rápidamente y la energía emergió de todos lados arrasando a su paso. Pero Black Death es obstinada, no quería desaparecer y los muros de contención de radiación junto con los protocolos de seguridad autónomos, impidieron que la explosión pudiera llevarse a cabo como deseaban sus ejecutores.

Y a pesar de la rápida actuación de la fortaleza, muchas vidas se perdieron aquel día. Guardias y presos perecieron… sino al instante, pocas semanas después por la masiva cantidad de radiación que habían recibido. Las cosas cambiaron, quien sabe si para peor. Todo el infierno quedo inutilizado, haciendo que desde ese día Black Death este al mínimo de suministro energético, solo funcionando a un 37%, todos los experimentos se perdieron, todo el material radiactivo quedo confinado en cámaras selladas activadas por la propia prisión y quedando la zona para siempre inhabitable para cualquier ser humano, debido a los altos niveles de radiación permanentes en aquella zona. El limbo sufrió graves desperfecto a nivel estructural, haciendo que el área de esta zona quedara a reducida a una tercera parte de lo que era. Debido a la falta de energía, esta área solo permanece con energía de emergencia, por lo que las celdas permanecen abiertas y todos los controles de seguridad se mantienen desconectados para reducir costos energéticos. Solo se mantienen las barreras energéticas que conectan con el cielo, así lo único que a lo largo de los años se ha conseguido recuperar ha sido la estabilidad en el cielo, donde parece que ya se ha conseguido expulsar a todos los presos y solo habitan de nuevo guardias y guardianes.

Los guardias han conseguido a duras penas recuperar su modo de vida con el paso de las décadas, pero los presos han pasado un sistema, tal vez, más cruel que cuando tenían guardias. Ahora toda la zona es un campo de batalla constante donde el único objetivo es la supervivencia, objetivo difícil, debido a que ahora impera la ley del más fuerte y cualquier preso que vea la debilidad en tus ojos te matara si piensa que eso le favorece en algo. También está el problema de los cientos de mutantes que dejó la exposición a la radiación y que ahora han pasado a ser bestias que dan caza al resto de presos y que pronto arrasaran con todos ellos debido a sus nuevos poderes monstruosos. Por otro lado, la fortaleza se cae a pedazos debido a la falta de energía, la que fue gloria de antaño ahora es una sombra de su grandeza que amenaza con precipitarse a tierra en cualquier momento, y así lo ha demostrado con ciertas perdidas de altura preocupantemente rápidas y descontroladas que se dan cuando el sistema falla, lo cual es a menudo. Más de un preso a visto su sueño cumplido al poder escapar de la fortaleza, lástima que haya sido cundo las placas del suelo han fallado y se han precipitado al vacío, llevándose al preso con ellas. Al menos fue libre unos segundos hasta que muere estampado contra el suelo, es probable que muchos le envidien y algunos quieran continuar su camino.

Ahora el limbo no tiene ley y los guardianes no tienen poder para imponerla, solo procuran que el problema no llegue al cielo y así evitar la interacción con los presos, dejando que se maten entre ellos. Ya no hay raciones de comida que dar a los presos, básicamente porque los guardias tampoco tienen, el mundo también le ha dado la espalda a Black Death y nadie quiere ver ese símbolo macabro, muestra de la crueldad de sus antepasados, que sin embargo a pesar del asco que les da, insisten en mantener en activo. Si supieran que está a punto de caerse a pedazos, no seguirían manteniéndola en el aire. Pero el director de la prisión mantiene que todo es correcto y que las pequeñas averías se solucionaran en cuanto se disponga de efectivo monetario. Lo cierto, es que es una ciudad muerta de corazones podridos y almas consumidas por el dolor y la venganza, nada bueno va a salir de ahí, especialmente cuando las sombras de esa cárcel se agitan inquietas, esperando el momento de salir y expandir su oscuridad por el mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sé respetuoso con tus comentarios y, si realizas alguna crítica, que ésta sea constructiva.