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Una gota de tinta cayó al pergamino, expandiéndose, formando una intrincada red de tinta, que llegó todo lo lejos que pudo, hasta que simplemente se secó.

A Larco, le daba igual. Sostenía la pluma cargada de tinta, que amenazaba con dejar caer otra gota en breves, mientras, tenía la mirada perdida en el pergamino, pensando, cavilando… parecía un pintor a punto de dar la primera pincelada, solo que este caso, se trataba de comenzar una historia, tal vez, la mayor historia que él, jamás, había tenido la posibilidad de contar. Muchas eran sus obras, conocidas por el mundo entero, y admiradas por todos, pero en esta ocasión, tenía que relatar una historia muy distinta a lo que solía hacer.

Debía dejar grabado la mayor epopeya jamás contada. La duda de si sería capaz, le reconcomía por dentro. Y mientras observaba el papel, esperando a que algo pasara, como si pudiera escribirse solo.

Una historia cuyos personajes han cambiado el curso del destino muchas veces, pero siempre quedando ocultos a los ojos del mundo. Pero era el momento de que la verdad fuera desvelada.

Suspiro, y se levantó. Echo una mirada rápida a todos sus apuntes y testimonios recopilados, aunque los sabía de memoria, solo esperaba encontrar la inspiración, pero esta parecía rehuirle. Tenía toda la información que quería, le habían dicho lo que necesitaba saber, eso unido a su increíble habilidad de conocer el pasado de la gente, le permitía ver todo lo que había ocurrido a lo largo de estos años…pero eso no le permitía poner toda esa tremenda información en orden, que se encontraba en su cabeza a punto de reventarle.

Entonces, paso sus dedos por encima de una hoja de papel, que ponía: “Ve al principio de la historia”.

Tal vez, narrar los hechos de lo que sucedió al principio, le sirva para poner en orden sus ideas. Pero ¿cuánto atrás debía irse?. Antes que los grandes héroes, antes que los maestros, antes, antes, mucho antes…

Habría que contar la vida del que inició todo, del que decidió enfrentarse cara a cara al destino, y que supo ganarle la partida a la fatalidad: MÁGNUM JROÑETE.