Bienvenidos rondadores de las sombras de nuestros sueños.

Seguro que en este momento os estáis preguntando la finalidad de esta página.

Es sencillo, somos un grupo de soñadores que desean entretener al lector con sus historias y compartir sus mundos imaginarios con aquellos que deseen pasar un rato disfrutando de aventuras escritas por nosotros mismos.

Con la finalidad de pasarlo bien, os invitamos a que os adentréis a "Origen de la Realidad" y espero que nuestras historias te enganchen y nos veamos a menudo. Se bienvenido.

martes, 23 de agosto de 2011

Origen de la realidad. Capítulo 1.3 Despertar


El despacho que le asignaron se encontraba en uno de los mejores rascacielos de la ciudad, uno de los más altos, recientemente construidos, que eran el techo de la ciudad. Y como no podía ser de otra forma sus responsabilidades eran terriblemente difíciles, variadas, complicadas y todas, nuevas para ella. Tres horas después de empezar ya la habían reñido por todo lo imaginable y la habían amenazado varias veces con despedirla. Eso no podía permitírselo, necesitaba el empleo.

-¡¡¡Este informe no vale para nada!!!¡¡¡REPÍTELO!!!


Su jefe vociferaba con fuerza, lanzando improperios contra Erika y tirando el trabajo que le había llevado toda la mañana por el pasillo, dejando que los frutos de su esfuerzo cayeran mudamente al suelo para que acto después Erika, ya destrozada de insultos y con ojos vidrioso, se encargaba de recuperar y recoger.

Una figura alta, oscura, tapada totalmente, de aire amenazante entró en las oficinas.

-Otro inútil de la planta 12, ¡¡oye, tú, esta no es la planta de las fotocopias, así que a menos que me traigas los informes que he pedido, puedes ya ir saliendo de aquí!!

Las palabras del hombre rechoncho y gritón salieron disparas como perdigones de escopeta; lamentablemente para él, que pena que su lengua no fuera un cañón. Lo siguiente que retumbo en la sala, no fueron los escandalosos comentarios del hombre que llevaba toda la mañana haciéndolo, es más se quedo totalmente mudo, como todos los presentes, cuando vio como el filo de un puñal redondeaba con un circulo de sangre la carótida de su cuello dejándole mudo para la eternidad. Lo que retumbo fue su cuerpo sin vida cayendo al suelo. La propia Erika exclamó un grito ahogado y nuestro hombre silenciador la miró con unos penetrantes ojos granate que relucían como llamas infernales.

A Erika se le habían paralizado las piernas, no por miedo, sino por puro terror cuando el asaltante se quitó las ropas, y permitió ver una forma monstruosa. Una entidad de un color gris mármol que superaba fácilmente los dos metros, dos alas de sangre le cubrían las espaldas y en su cara, sus colmillos junto con sus cuernos, le daban un gesto diabólico. La criatura no desperdició el tiempo y devoró con gusto a su reciente víctima.
Erika lloraba de pánico mientras se derrumbaba en el suelo como una niña indefensa.

-Malefor, no hay tiempo que perder, busca lo que se te ha pedido.

Un hombre totalmente vestido de morado se hallaba a su espalda, tenía como sobrero una chistera de mago púrpura y sujetaba un bastón cuya empuñadura era una esfera que rezumaba sangre y en sus ojos, los cuales se podían ver a través de unas gafas con forma de estrella de cinco puntas, se podía adivinar la expresión del sadismo.

El hombre se puso a dar instrucciones a la bestia, pero Erika ya no oía, no podía pensar. Su nariz estaba embriagada por el penetrante olor metálico que producía la sangre que emitía la moqueta manchada, por el asesinato que acaba de contemplar.

No podía ver, ni escuchar. Solo temblar…

Y recordar, moriría, pero ¿qué sería de sus hermanos si moría? A veces las preguntas tienen la fuerza de mover montañas. Las caras de sus hermanos, de Eric, de sus padres, le dieron la fuerza sufriente para levantarse y echar a correr.

Muy tarde.

Erika se quedo clavada en el sitio, una garra acababa de atravesarle el pecho y a su boca venían fluidos con un regusto sanguíneo que anunciaban que la partida había acabado. La garra salió como entró pero ahora salió de un cuerpo agonizante que podía ver como los segundos de vida se le escapaban mientras contemplaba la abertura de su pecho, como si la hubieran creado un nuevo agujero para ver a través de ella.

-Ni…NI…¡¡¡NIÑOS, ERIC!!! ¡¡¡OS QUIERO!!!

Corre, era el único pensamiento capaz de transmitir a sus piernas. Cuando te encuentras en medio de una situación de vida o muerte...¿eres capaz de reflexionar tus actos?

Tal vez no.

En ese momento, sus desesperados pasos la llevan hasta el inicio de un precipicio, que muestra un mar crepuscular, mientras sus captores se aproximan por la tierra yerma que ha dejado atrás. El sol se adentra en el límite con el mar. Los últimos rayos de luz la recorren el rostro y muestran, como una lágrima se precipita al vacío de las olas, chocando contra el acantilado.

Ya no hay vuelta atrás.

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