Bienvenidos rondadores de las sombras de nuestros sueños.

Seguro que en este momento os estáis preguntando la finalidad de esta página.

Es sencillo, somos un grupo de soñadores que desean entretener al lector con sus historias y compartir sus mundos imaginarios con aquellos que deseen pasar un rato disfrutando de aventuras escritas por nosotros mismos.

Con la finalidad de pasarlo bien, os invitamos a que os adentréis a "Origen de la Realidad" y espero que nuestras historias te enganchen y nos veamos a menudo. Se bienvenido.

jueves, 25 de agosto de 2011

Origen de la realidad. Capítulo 2.1 Vagar

Miedo, confusión y dolor. Era todo lo que podía sentir Erika, cuando se encontraba recostada contra la pared, mientras contemplaba su cuerpo, desde la perspectiva de un ente ajeno. Se encontraba flotando a unos centímetros del suelo, con las mismas ropas que llevaba puestas, las mismas que las del momento de su muerte, una chaqueta a cuadros sobre una camisa blanca y unos vaqueros (su mejor indumentaria). Miraba su mano, ahora presentaba un aspecto blanquecino, difuminado y brumoso. Ese era el tono de su piel y su ropa....totalmente fantasmagórico. Quería llorar, pero no lo conseguía.

 Un tipo pasó corriendo la estancia con unos papeles y se dirigió a otro hombre más alto y corpulento que se encontraba dando órdenes a todos los demás. En su trayectoria se encontraba Erika, a la cual, atravesó como si esta fuera niebla, ella solo pudo dispersarse, mientras el humo que ahora era ella se volvía a condensar, dándole otra vez forma humana; aunque, ¿para qué? nadie podía verla.

Una mujer de gafas anchas y de edad avanzada empezó a examinar el cadáver, su cadáver, el cadáver de Erika. El hombre corpulento que daba órdenes se acercó a la mujer.

-Y bien, ¿mismo modus operandi?

-Nada que ver con los anteriores comisario–Tomo una gran bocanada de aire y todo lo demás lo soltó a una velocidad tan grande que parecía cono si estuviera hablando para si misma- En todos mis años de forense jamás había visto algo parecido, la víctima ha sido atravesada por algún tipo de artilugio, que directamente, ha provocado la enorme cavidad de su pecho. No quisiera adelantar acontecimientos, pero parece evidente que o esa fue la causa de la muerte o que al menos se hizo con la idea de encubrir la verdadera causa de la muerte, la joven no presenta otras anomalías, me es imposible averiguar que tipo de arma se empleó, debido a que jamás he visto una herida de estas características, tal vez con una bala de cañón.....

-Espere un segundo doctora... ¿No se sabe la causa de la muerte?

-Pues desgraciadamente es imposible saberle con certeza, considere en las condiciones que trabajo comisario, o no se da cuenta, este modo de asesinar es totalmente diferente al resto de asesinatos producidos en el edificio, todos son cortes limpios en la yugular....lo que nos da el perfil de un asesino profesional, mientras que esto nos da la impresión de un crimen cometido con toda la brutalidad posible... es como... es como si este asesinato no encajara con el resto.

-¿Dos asesinos?

-Es demasiado pronto para confirmarlo comisario. No me gusta especular.

-Lamentablemente eso es lo único que podemos hacer. Las cámaras están destruidas y no han dejado testigos. Se han movido como fantasmas.

Tenía gracia, bueno la tendría de no estar Erika en una situación tan complicada. Que la hablaran de fantasmas era algo que no encajaría bien en su modo racional de ver la vida, pero ahora siendo, ella misma, un fantasma puede que se parara a reconsiderarlo.

Aun así, nada parecía enturbiar a Erika. Estaba sentada, contemplando su cuerpo y gimoteando, no escuchaba ninguna conversación, simplemente estaba allí.

El tiempo paso, y vino gente a llevarse su cuerpo y ella lo siguió, como algo automático que se debe hacer, se sentó en el coche que la llevó, y en la morgue se quedo de pie delante de la plancha metálica en donde depositaron su cuerpo, lo guardaron y se marcharon. Ella se quedó allí, esperando y esperando. Vino y se marcho gente. Erika ya no contaba el tiempo, ya nada la importaba pero siguió esperando y al fin termino por tocarle el turno a ella y suceder.

Eric entro por la puerta.

Su corazón dio un vuelco (aunque ya no poseía uno, físicamente hablando) Y empezó a calmarse al verlo allí. Duro poco. A su lado, la que se convertiría en su mujer le sujetaba con fuerza la mano.

Ella quería llorar con mas fuerza que nunca, pero no le salía, simplemente vio como él se acercaba a donde se encontraba su ser físico. A su lado un médico y el hombre corpulento que estaba en el edificio le hablaban sin parar.

-Señor en cuanto la vea, debe identificar si se trata de la señorita Erika Conway, pero recuerde que es una escena muy dura, por lo que le aconsejo encarecidamente que si no esta mentalmente preparado para lo que esta a punto de ver, mejor lo deje para otro momento...

-¡¡¡CALLESE!!!¡¡¡SOLO CALLESE!!!

-Cariño, no debes hablar así al comisario González, él solo quiere ayudar.

-¡¡¡ESO TAMBIEN VA POR TI!!!¡¡¡CALLATE!!!

Era imposible, Eric jamás perdía los nervios, nunca, era el hombre de hielo, cuando a ella se le iban las cosas de las manos Eric siempre conseguía calmarla, era impasible y ahora estaba desquiciado, llevaba el pelo revuelto, la corbata mal colocada y parecía tener síntomas de embriaguez.

El médico no espero que se pudiera producir otro arranque de ira y mientras la joven que le acompañaba se ruborizaba y se le llenaban los ojos de lágrimas, sacó la bandeja en la que se hallaba el cuerpo de Erika cubierto por una sabana.

El médico fue a destaparla, pero Eric se le adelanto. La retiro y se quedo mirando el semblante de aquella a la que había amado. El hombre corpulento dio un paso al frente y no esperó más.

-¿Es ella?

Eric no respondió, siguió mirando, como si no le hablaran a él. El comisario González elevo la voz hasta ser casi un grito.

¡¿ES ELLA?!

Eric se giró lentamente y casi como un susurro dijo:

-Si, es Erika Conway.

-En ese caso, le agradecemos su ayuda, lamentamos su perdida y si tenemos cualquier duda nos pondremos en contacto con usted, y siento no poder contarle los detalles de la investigación. Ahora marchémonos.

El médico empezó a tapar de nuevo a Erika, pero Eric arrancó en un impulso violento y no se lo permitió.

-¡¡¡DEJENME A SOLAS CON ELLA, POR FAVOR!!!...por favor,…por…fa…vor.

Su suplica acabó siendo ahogada por los terribles espasmos que sufría, combinados con las lágrimas que  salían de sus ojos.

Los asistentes le dieron algo más de intimidad pero no abandonaron la sala.

Al lado del cuerpo de Erika solo se encontraban Eric y la propia Erika, en su forma espectral. Sus lágrimas dejaron de salir empleando toda su fuerza de voluntad, se acerco a su oreja y empezó a susurrarle todo lo que tenía que haberla dicho estos años.

-Tú eres mi verdadero y único amor y te querré siempre, hasta que la muerte me lleve de nuevo a tu lado. Me gustaría ahora finalizar mi vida porque sin ti no merece la pena vivirla, pero no lo haré, porque se que si nos reunimos en el otro lado me atizarías por no cuidar de tus peques...

Es cierto Erika le atizaría por no cuidarles, ahora que ella no estaba para hacerlo. Esbozo una media sonrisa mientras la bruma que la formaba iba tomando tonalidades azulada de la tremenda pena que estaba soportando.

-Yo cuidaré de ellos, tendrán todo lo que necesiten y los criare como míos, y cuando sean mayores estarás orgullosa de ellos y de mi por cuidarlos y entonces espero que me dejes ir a tu lado...esencia de mi alma....

Rompió a llorar y Erika no lo soportó mas y salió flotando de allí todo lo deprisa que pudo, ya nada tenía ningún sentido. Ya no podría compartir el resto de su existencia con el ser al que amaba, ya no podría compartir esas mañana con sus pequeños… al menos estos estarían bien. Los pequeños....tenía que ver a los pequeños.

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