Bienvenidos rondadores de las sombras de nuestros sueños.

Seguro que en este momento os estáis preguntando la finalidad de esta página.

Es sencillo, somos un grupo de soñadores que desean entretener al lector con sus historias y compartir sus mundos imaginarios con aquellos que deseen pasar un rato disfrutando de aventuras escritas por nosotros mismos.

Con la finalidad de pasarlo bien, os invitamos a que os adentréis a "Origen de la Realidad" y espero que nuestras historias te enganchen y nos veamos a menudo. Se bienvenido.

domingo, 7 de agosto de 2011

La Compresión de Realidades-Cap.3:Salida a la superficie.

Nota al posible lector:En este capítulo se procederá a introducir a otro personaje principal y a describir la sociedad de los elfos oscuros, una de las razas más carismáticas de la fantasía. He cogido varias cosas de esta sociedad basándome en la obra de R.A. Salvatore, por si alguno conoce la obra de este autor no me acuse de plagio. Espero que lo disfrutéis.



A miles de kilómetros bajo tierra, a través de las más profunda oscuridad, más allá de las interminables cavernas y túneles donde moran las más peligrosas criaturas, yace una ciudad cuyo nombre ha permanecido largamente olvidado por los habitantes de la superficie. Algunos de estos habitantes querrían que los moradores de esta ciudad fueran exterminados como ratas, pues representan un gran peligro. Estos habitantes son los primos de los elfos, los elfos oscuros, representantes vivos de la luz y la oscuridad respectivamente.

En esta sociedad bajo tierra, se encuentran los guerreros más formidables de los 4 mundos, y los magos más poderosos, quizá debido a las duras condiciones en las que tienen que vivir. Subyugados los hombres al control de las mujeres, que cuentan con el favor de su reina araña, una diosa cruel y despiadada con todos aquellos que se atrevan a oponersele y solo da su favor a las mujeres, todas destinadas a convertirse en sacerdotisas. Obtienen sus poderes directamente de su diosa. En su sistema de gobierno no hay democracia, ni siquiera tiranía. Sólo existe la traición, tanto dentro como fuera de las familias. Las casas de las familias son conglomerados de estalactitas y estalagmitas huecas y de gran tamaño, modificadas con magia para convertirlas en hogares habitables. En el centro de la ciudad se encuentra la gran llama purpura que alumbra este mundo sin día ni noche y que los magos controlan para medir el tiempo, aumentando o disminuyendo su intensidad. En los barrios bajos, hay varias casuchas y chabolas donde viven varias criaturas que los elfos oscuros han esclavizado. Para ascender en la jerarquía las casas se enfrentan unas a otras y la vencedora sube su puesto. Solo hay una norma, no hay que dejar testigos vivos que puedan atestiguar el ataque a su casa y solo los nobles de la casa atacada pueden acusar a otra casa. Básicamente, que no te pillen. Sólo las diez primeras casas formaban el Consejo regente y tomaban las decisiones, siendo la cabeza y más poderosa casa, la casa Drachma Zaemon.
Los elfos oscuros y sus antagonistas si cumplen con una similitud, la belleza. Pero los elfos oscuros tienen una piel oscura y el pelo blanco. Sus pupilas son del rojo de la sangre y ven en el espectro del infrarrojo, posible mejora evolutiva por vivir tanto tiempo en la oscuridad, claro que la luz del sol sería muy dañina para sus ojos. Todos y cada uno de ellos solo tienen dos normas básicas: sobrevivir y ascender en la jerarquía de poder y para ello harán lo que haga falta, incluso clavar una daga en la espalda de un familiar.

En esta cuna de decadencia, un elfo oscuro resiste, aparentando respetar las reglas de su sociedad, pero que en el fondo le gustaría huir. Huir a un lugar en el que ser dueño de su destino, sin mujeres tiranas, sin diosas en las que no puede creer, sin tener que ser como sus hermanos. Pues en esta ciudad, aún quedaba alguien que no había sido corrompido por la oscuridad del submundo. Sephirken estaba recostado en su cama. Acababa de volver de una patrulla por los túneles y estaba agotado, sólo quería dormir. Al haberse graduado con los más altos honores en la Academia de guerreros no le dejaban tranquilo, siempre le tenían de misión en misión. Y ser de los guerreros más hábiles, quizá el mejor de toda la ciudad, no era algo en su favor pues muchos envidiaban su situación. Llevaba mucho tiempo durmiendo con sus espadas a mano, sin poder conciliar un sueño profundo y reparador. No había más remedio, tenía que sobrevivir. Y no era lo único malo, sentía siempre como si las paredes de su modesta habitación, que solo tenía una cama y un escritorio, le fueran a engullir.

Empezaba a preguntarse cómo sería vivir sin miedo. Recordó la historia que le contaron hace tiempo ,en la Academia, de cómo el mejor guerrero que ha habido en siglos en esta ciudad se escapó ,pues no compartía los ideales de la sociedad de elfos oscuros. Aún en estos días, está siendo perseguido. Si él escapara, ¿podría vivir el resto de su vida huyendo? ”Quizá fuera mejor que vivir aquí abajo o,...” Sus pensamientos fueron interrumpidos por la puerta que se abrió de golpe. Una hermosa mujer elfa oscura entró en la estancia. Llevaba su larga melena blanca recogida en una coleta y dejaba un mechón cayendo graciosamente por su rostro. Sus finas y hermosas facciones ocultaban la maldad que había detrás de su persona. Llevaba un vestido negro adornado con imágenes de arañas en la falda y en el torso un corsé de cuero .Sephirken se levantó de un salto e hizo una reverencia a la mujer. Ella le observó, había cambiado mucho. Su pelo blanco, antes siempre sucio y mal peinado, ahora era liso y brillante. Su torso desnudo mostraba la buena forma del chico, aparte de las cicatrices que se ganó en su infancia, muchas de ellas obra de la propia mujer, sin embargo, a pesar de ser un insignificante macho, era hermoso.

-Sephirken, la Matrona reclama tu presencia.
-Acabo de llegar de la patrulla, ¿es importante?
-¿Qué más da si es importante? Tu madre te ha llamado así que no desobedezcas-dijo enfurecida mientras llevaba la mano al látigo de cabezas de serpiente que llevaban todas las sacerdotisas. La mordedura de esas cabezas inoculaba un veneno no mortal pero si muy doloroso.
-Claro, hermana Naphia -dijo el joven con otra reverencia. Aunque no le gustaba demasiado meterse en peleas absurdas, muchas veces sentía la tentación de degollar a su hermana. Sería una sacerdotisa, pero él sabía perfectamente que ahora era más poderoso, pero eso solo haría que le mataran sin contemplaciones, así que como siempre, se contuvo. Se vistió, se colocó su armadura de cuero negro y su capa. Enfundó sus espadas y se dirigió a ver a su madre.
Se adentró por las enormes puertas dobles en la enorme sala de la matrona. La sala era circular, todas las paredes estaban cubiertas por cortinas púrpuras con imágenes de arañas, en realidad, en honor a la Diosa, casi todo lo que había en la ciudad estaba adornado con imágenes de arañas. Sin embargo, a ambos lados de la habitación había estatuas idénticas que representaban a la Diosa en su forma de elfa oscura. En el centro de la sala, en el suelo, se encontraba el escudo de la casa Nazrain, a la que pertenecía Sephirken. El escudo mostraba dos cimitarras cruzadas sobre una gran N en color oro.

La matrona estaba sentada en su trono, a su lado estaba Naphia , silenciosa guardiana de su madre. La matrona, a pesar de que tenía varios siglos de vida, aún se conservaba bella, aunque no tanto como Naphia, que aún era una niña comparada con su madre. Llevaba una túnica negra que le cubría todo el cuerpo, lo que indicaba que acababa de realizar algún tipo de ritual. Parecía bastante cansada, pero mostrar debilidad no es digno de una matrona. Sus ojos carmesíes observaban con desprecio a su hijo mientras se acercaba. Sephirken se arrodilló al llegar al centro de la sala.

-¿Me has hecho llamar Lady Naiasha?
-Así es hijo. Me he comunicado esta noche con la Reina Araña. Parece ser que está ocurriendo algo en la superficie, pero no ha querido darnos más detalles. Lo único que me ha dicho, es que es de suma importancia para todos los reinos, incluido el nuestro y que de no intervenir en este desastre podríamos ser destruidos. Si somos rápidos, nuestra casa sería beneficiada de manera muy generosa por nuestra Diosa, y en poco tiempo podríamos subir puestos encargándonos de las casas por encima de la nuestra.
-Entiendo, ¿cuáles son tus deseos entonces?-se estaba empezando a cabrear de fingir respeto.
-Quiero que subas a la superficie y te enteres de lo que ocurre fuera. Después vuelve para informarnos y veremos de qué forma podemos sacar provecho de esta situación.-una sonrisa pícara se dibujó en el rostro de la Matrona.-Por cierto, acércate un momento.

Sephirken se acercó receloso. La Matrona colocó su mano en la frente de su hijo y pronunció un hechizo.-Listo, esto te permitirá moverte por la superficie sin que la luz te haga daño en los ojos. Ahora ve, hijo mío. Haz que tu familia se sienta orgullosa.

Sephirken volvió a su cuarto y preparó las cosas para el largo viaje. No podía creer la suerte que tenía. Justo cuando se planteaba marcharse, le mandan a la superficie. Quizá podría escaparse, aunque las sacerdotisas podían enterarse de su situación gracias a sus poderes. De momento cumpliría el encargo de su madre, y depende de cómo se desencadenen los acontecimientos decidiría qué hacer. Tras preparar sus cosas volvió con su madre. Ella y su hermana estaban preparando un ritual de transporte. Viajar a pie hasta la superficie le llevaría semanas y no había tiempo que perder. Le transportarían lo más cerca posible de la superficie y el resto dependería de él.

-Colócate encima del escudo de la familia hijo.-Sephirken obedeció.-Y recuerda, no nos falles o yo misma te arrancaré el corazón.
Sephirken no contestó, se limitó a cerrar los ojos mientras oía a su madre y su hermana recitar un sortilegio hasta que dejó de oírlas. Cuando abrió los ojos ya no estaba en casa, estaba en una gran caverna, completamente solo...o eso creía.
Su fino oído captó bastante jaleo a unos cincuenta metros de donde se encontraba

2 comentarios:

  1. Un gran texto, como siempre, te has esmerado mucho en que en un solo capítulo el lector vea el mundo que has imaginado, aunque sea inspirado en otro autor, lo cual me parece un gran acierto. Especialmente por la nota que dejas al principio que me parece un puntazo y bien pensado.

    Ahora, pasando a temas más técnicos, soy incapaz de poner el salto de página sin destruir tu texto, no sé porque pero es así, por lo que otra persona te lo tendra que cambiar.

    Y en cuanto a críticas, hay dos cosas que no me terminan de encajar:

    "Básicamente, que no te pillen" y "-Entiendo, ¿cuáles son tus deseos entonces?-se estaba empezando a cabrear de fingir respeto."

    Creo que los terminos pillen y cabreo se salen un poco del enfoque que le das al texto, un tanto épico y poetico...por lo tanto, creo que quedaría mejor un que no te descubran y un se estaba enfureciendo. Aunque es tu estilo y a lo mejor tiene una razón de ser.

    Como siempre, mis criticas son para ayudar y creo que con cada texto mejoras, así que ánimo.

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  2. He de reconocer que este estilo de escritura lo he visto mucho últimamente, en juego de tronos por ejemplo. De todos modos en este caso no había ninguna clase de intención, simplemente me salió así XD

    Tienes razón ,quizá debería cambiarlo. No hace falta que digas que las críticas son para ayudar,eso ya lo sé yo :P

    Gracias por comentar y por la crítica^^

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